Los ingenieros agrónomos piden prudencia y planificación para abordar el brote de Xylella fastidiosa detectado en Balears
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El Delegado en Baleares, Omar Beidas, expresa que: “La bacteria ya se encuentra aquí y hemos de aprender a convivir con ella, como llevan más de 60 años haciendo en el continente americano”
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Piden que se deje en manos de ingenieros agrónomos especializados la estrategia para evitar su propagación
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La bacteria puede convertirse en un problema económico si no se afronta con rigor
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El COIAL pide a huir de sensacionalismos
Illes Balears, 8 de febrero de 2017.- El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (cuyo ámbito territorial comprende la Comunitat Valenciana y las Illes Balears) pide “cordura, tranquilidad y prudencia” ante la detección de la bacteria Xylella fastidiosa en casi un centenar de especies vegetales ubicadas en el archipiélago, concretamente en Mallorca y en Ibiza. Esta bacteria afecta a gran variedad de hospedantes, entre los que destacan, por su importancia en nuestro medio agrario, los almendros, los olivos, así como otros cultivos de los cuales no se tiene constancia en Europa, como los cítricos o los viñedos, y que sí se han visto afectados en el continente americano.
Lo que se está observando en Europa es que la bacteria ataca especialmente a ejemplares de elevada edad, con pocas o ninguna medida cultural, y combinado con otras enfermedades como pueden ser hongos de madera, debilitando o incluso pudiendo llegar a secar y matar al árbol.
El delegado del COIAL en las Illes Balears, Omar Beidas, recuerda que tanto el Govern Balear como el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, actuando de forma coordinada, han dispuesto una serie de severas medidas de contención en las Islas, entre las que destaca la prohibición de libre circulación de material vegetal susceptible de hospedar la bacteria entre las islas y la península, además de la lógica eliminación de todo el material infectado. Medidas todas ellas ya materializadas legislativamente a nivel nacional y en el ámbito balear e implementadas a través de la creación de una Comisión Mixta entre técnicos de la Consellería, Delegación y Guardia Civil, dentro de un convenio medioambiental ya existente y en cuyo contexto se pueden establecer actuaciones contra la Xylella, creación también de un Grupo de Expertos a nivel sectorial para trabajar todas las Comunidades Autónomas de la mano, así como un Grupo de Dirección y Coordinación para la lucha efectiva contra esta bacteria en las Islas Baleares.
Afecta a más de 300 especies hospedantes
Desde el COIAL explican que la Xylella fastidiosa puede hospedarse en más de 300 especies, muchas de ellas silvestres u ornamentales, las cuales pueden no mostrar ningún tipo de sintomatología, pero ser contenedoras de la bacteria. Por ello el Colegio muestra su cautela y prudencia a la hora de aventurar las medidas a adoptar. “La lenta capacidad reproductiva de esta bacteria, así como el estado de afectación de los positivos que desde la Administración balear se están detectando, parecen indicar que está presente desde hace años en el territorio balear, y por ello, las probabilidades de su detección en otras regiones peninsulares son más que elevadas” destaca el delegado, Omar Beidas.
El pasado 07 de febrero los medios de comunicación nacionales y regionales se hicieron eco de la noticia de que colectivos agrarios de la península habían solicitado al Ministerio de Agricultura que se aplicaran las medidas de erradicación y no de contención en las Illes Balears para evitar que la bacteria Xylella fastidiosa pudiera llegar a la Comunitat Valenciana, así como otras regiones peninsulares. En este sentido, Beidas recalca que “estamos ante un problema de sanidad vegetal y no nos queda otra que atender las recomendaciones y planteamientos que desde Comisión Mixta, Grupo de Expertos y Grupo de Dirección y Coordinación, formados por ingenieros agrónomos expertos, entre otros colectivos, para abordar esta problemática”
Según han comunicado las autoridades fitosanitarias en numerosas ocasiones, los cambios en los protocolos de aislamiento (mayor sensibilidad) que en el Laboratorio Oficial de Sanidad Vegetal de las Islas Baleares (LOSVIB) que acontecieron a lo largo de 2016, así como la transición de una toma de muestras aleatoria a una dirigida, en el sentido de no enfocar una toma de muestras para evitar la entrada de la bacteria, sino, una vez se es conocedor que se tiene la bacteria, la toma de muestras sintomáticas en campo, han hecho que se hayan detectado tantos casos en tan poco tiempo.
Las experiencias con la Xylella fastidiosa en Estados Unidos, donde la bacteria lleva instalada 60 años, como en Italia, detectada en 2013 por primera vez, aportan valiosa información y experiencia para establecer medidas y proponer actuaciones a los integrantes de los citados grupos de expertos. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que la “agresividad” de la bacteria viene asociada a la coexistencia con otros problemas agronómicos, como el estrés hídrico, ataques previos de otras plagas o enfermedades, abandono del cultivo o plantaciones muy viejas. En estos casos es cuando la planta muestra los efectos de la bacteria, siendo el efecto mucho menor e incluso imperceptible en plantaciones jóvenes y en buen estado sanitario y productivo.
Grupos de trabajo estables y dotados para trabajar en el medio-largo plazo
El colegio hace especial énfasis en trasladar un mensaje de “serenidad” ante el problema y los efectos de la Xylella, reclamando “prudencia” en el tratamiento de la información, ya que posiciones alarmistas o sensacionalistas pueden dañar al sector más que los efectos de la bacteria.
Por último desde el colegio marcan un horizonte de “medio-largo” para empezar a obtener resultados que minimicen el impacto de esta bacteria y destacan la importancia de que las administraciones competentes cuenten, por una parte, con equipos de ingenieros agrónomos estables y dotados para poder desarrollar medidas efectivas de contención y, por otra, con suficientes recursos para los investigadores (públicos y privados) que trabajan en los tratamientos para su control. Al respecto, Beidas apunta que “desde el colegio vamos a seguir muy de cerca la dotación de recursos que hacen las administraciones, y si entendemos que resultan insuficientes, tenemos la obligación, por el bien del sector, de denunciarlo y reclamarlos”.
Por eso, desde el COIAL prefieren no mirar hacia otro lado y destacar la experiencia atesorada: “Hemos de aprender a convivir con la esta bacteria oportunista tal como lo hemos hecho con otras plagas y enfermedades como el picudo rojo o la tristeza”.