Desafíos tecnológicos en el desarrollo de hormigón que contribuyen a la protección medio ambiental
- Alto rendimiento en la producción de hormigón optimizando energía y combinándolo con materias primas de menor calidad como agua y áridos reciclados que contribuyen a la protección del medio ambiente
- Salto evolutivo en el desarrollo de la tecnología de polimerización
Las demandas ecológicas y económicas que se exigen al hormigón están aumentando constantemente. El uso de agua recuperada y material reciclado, sin mencionar otros materiales de partida de calidad fluctuante, se están convirtiendo en un reto diario debido al cambio climático.
En respuesta a esta situación, nuestro partner, MC Bauchemie ha desarrollado una nueva generación de materias primas mediante un proceso de polimerización con polímeros modificados, y éstas, a su vez, constituyen la base de nuestra nueva gama de superplastificantes de alto rendimiento.
Recientes estudios apuntan a que este tipo de productos reciclados va a incluirse en gran parte de la producción de hormigón, por lo que se necesitan productos robustos y de alto rendimiento, que contribuyan en gran medida a su capacidad de conservar los recursos y reducir los costes de la energía.
Esta nueva gama desarrollada por MC se adapta a estas nuevas demandas del mercado para poder utilizar junto con áridos reciclados y aguas residuales.
Algunas de sus ventajas más destacables son, el control de consistencia fiable y retención a pesar de la utilización de materiales de partida desfavorables, excelente facilidad de compactación y estabilidad y robustez excepcionales.
En casi todas las plantas de hormigón premezclado y prefabricado de Europa se recuperan, procesan y reutilizan los restos de hormigón y aguas residuales.
Cada vez más, los legisladores exigen el uso de áridos reciclados y los estudios muestran cómo esta tendencia va a cobrar mayor fuerza durante las próximas décadas.
Una eliminación gradual de la generación de energía a partir del carbón, en muchos países, también va a conducir a una disminución constante de cenizas volantes producidas. Por tanto, la disponibilidad de materias primas primarias como la grava y la arena también es finita.
De modo que la industria del hormigón también debe adaptarse a las condiciones cambiantes, y encontrar materias primas alternativas para la producción de hormigón. Por ello, ante estas condiciones, los plastificantes están destinados a adquirir, cada vez más, una mayor importancia.
Hormigones robustos y de fácil manejo
La nueva tecnología es muy adecuada para la producción de hormigón premezclado y elementos prefabricados, así como hormigones de alta fluidez y autocompactantes. Además de para la combinación con cementos adicionados.
Pueden mezclarse homogéneamente en el hormigón en poco tiempo y es la dosificación, después de la adición de agua, la que genera la mayor eficacia.
Su excelente efecto fluidificante se desencadena inmediatamente para garantizar una producción de hormigón rápida y económica. Además de lograr un ajuste eficaz y económico a la consistencia deseada, los fabricantes de hormigón también pueden estar seguros de una repetición exacta una y otra vez.
En este sentido, el director de la división de Industria del Hormigón y Obra Nueva de MC Spain, Héctor Lacruz explica que MC PowerFlow evo “permite una optimización significativa de las propiedades reológicas del hormigón. La notable reducción de la pegajosidad y la viscosidad del hormigón da como resultado una muy buena capacidad de bombeo”.
Propiedades reológicas optimizadas y control efectivo de la consistencia
“El hormigón premezclado resultante también destaca por sus excelentes propiedades de colocación y compactación. De este modo, los nuevos superplastificantes de alto rendimiento mejoran específicamente la producción y la puesta en obra del hormigón de manera que optimizan la energía, junto con altos niveles de rendimiento. Y cómo pueden combinarse con materias primas de menor calidad como agua, y áridos reciclados, contribuyen a la protección del medio ambiente”, subraya Héctor Lacruz.
Los productores de hormigón obtendrán mejores posibilidades de controlar eficazmente la consistencia, incluso en condiciones difíciles, lo que genera una mayor fiabilidad en la producción de hormigones robustos y optimizados reológicamente.