Partners02/03/2023

Novamont: azúcar y aceite vegetal para sustituir al petróleo en la producción de plásticos

Quienes trabajan con la calidad del suelo agrícola saben bien la importancia que tiene mantener un buen equilibrio entre los microorganismos que lo habitan y enriquecen. Este es el objetivo final de nuestro partner Novamont: trabajar para facilitar y promover la calidad y fertilidad de los suelos agrícolas mediante la producción de compost de alta calidad. Y de paso, luchar contra la desertificación.

Pero para llegar hasta donde están ahora llevan trabajando más de 30 años. Fue a principios de la década de los 90 cuando crearon su primer polímero de bioplástico. Ahora tienen más de 40 referencias de productos bioquímicos producidos a través de la integración de la química, el medio ambiente y la agricultura. Todos son plásticos biodegradables o compostables. Por eso, son una referencia en el campo de la bioeconomía circular.

“Trabajamos en partnership toda la cadena de valor”

“Nuestra producción está integrada verticalmente, utilizamos parte de nuestras materias primas para producir poliéster, que es la base de nuestros polímeros, con los que fabricamos la granza Mater-Bi. Además, trabajamos en partnership toda la cadena de valor con los fabricantes, marcas de alimentación, etc, para ajustarnos todo lo posible a sus necesidades y conseguir los mejores resultados. También colaboramos con la administración y plantas de tratamiento para garantizar los beneficios del fin de vida de nuestras soluciones”, introduce Rosa Puig, marketing manager de Novamont Iberia.

Rosa recuerda que las aplicaciones estelares pioneras fueron desarrolladas hace 20 años, y son dos: “La bolsa compostable para recoger residuos orgánicos, que se puede compostar igual que su contenido: con el paso del tiempo se convierte en CO2, agua y biomasa. Y el acolchado biodegradable en suelo, que evita la generación de residuos difíciles de tratar. Siempre que cumplas con los estándares, estos materiales no generan microplásticos”. El estándar UNE para compostabilidad es el EN-13432 y el caso del acolchado biodegradable en suelo es el UNE EN-17033.

“Todas las bolsas de menos de 15 micras han de ser compostables”

Estos dos productos sentaron las bases para el desarrollo de nuevas aplicaciones. “En envases la más usada es la bolsa fina para la compra de fruta y verdura, que una vez se ha usado se puede reutilizar para recogida de residuos orgánicos”, continúa Rosa, que puntualiza: “Todas las bolsas de menos de 15 micras han de ser compostables”.

Llaman la atención las materias primas que utiliza Novamont para producir sus bioplásticos. Rosa Puig nos enumera algunas: “Producimos un compuesto orgánico que es bio-butanodiol, que se consigue a partir de fermentación de azúcares. De hecho, tenemos la primera biorefinería que produce butanodiol de origen vegetal. También fabricamos, a partir de aceites vegetales, intermediaros químicos como el ácido azelaico, que nos sirve como un ingrediente más de nuestras formulaciones. O almidón de maíz para producir polímeros”.

La mayor parte de los clientes de Novamont son fabricantes de plástico. “Productores de film, inyección, termoconformado, laminación con papel… Cualquiera que trabaja con plástico convencional puede trabajar con nuestros materiales. Para la agricultura se pueden producir clips e hilos para invernadero que se pueden compostar junto con los restos vegetales del cultivo. Otras soluciones son las cápsulas de café, envases multicapa o monodosis, como por ejemplo para el kétchup, que siempre llevan restos orgánicos dentro, lo que complica su reciclaje”, explica la marketing manager de Novamont.

“Ya hay bastantes soluciones reales y comerciales”

Aunque pueda parecer que la producción de este tipo de plásticos está en fase muy incipiente, Rosa Puig asegura que no es así: “No estamos tan al principio, ya hay bastantes soluciones reales y comerciales. Estamos actualmente trabajando en el desarrollo de nuevas estructuras para mejorar la procesabilidad de los materiales, transparencia para algunas aplicaciones y mejorar algunas barreras como al oxígeno y agua, pero ya tenemos soluciones comerciales de diferentes tipos como: bolsa multicapa completamente compostable para productos secos, patatas o snacks, el primer envase compostable de alta barrera para pasta fresca, laminado con papel para chocolate de barra, envase para carne con bandeja compostable y etiqueta y film compostables, envases para take away, envases rígidos para alimentos o cubiertos y platos de catering”.

Puede que la oferta de materiales sea alta, pero su precio todavía está por encima del del plástico convencional: “Son más caros, no tiene nada que ver con hacer un producto convencional, necesita toda un química detrás que es muy compleja. Hay empresas que fabrican como nosotros, pero no solo compostables o biodegradables. Nos diferenciamos en que todo nuestro I+D está enfocado a investigar productos bio”, aclara Rosa.

Pero sin duda, el trabajo de Novamont por hacer economía circular de manual es encomiable: “Trabajamos mucho en proyectos de I+D para poder recuperar residuos de otros sistemas, como azúcares o aceites que se pueden usar como materia prima para nuestros poliésteres y polímeros. Por ejemplo, trabajamos con Melinda, una empresa productora de manzanas de Italia. Hemos desarrollado junto con ellos un envase compostable y biodegradable para sus productos, y estamos estudiando como recuperar los azucares de los residuos de los zumos como materia prima de nuestro sistema”, concluye Rosa Puig.