¿Quién protege a las variedades de cítricos protegidas?
Son las variedades estrella del mercado. Y lo son por varias circunstancias: permiten desestacionalizar la oferta para que se distribuya más homogéneamente durante toda la campaña, mejoran la calidad externa e interna de los frutos y ofrecen mejores propiedades de conservación. Las variedades de cítricos cuestan dinero a quienes pagan la licencia para cultivarlas, pero a cambio ofrecen unos mejores rendimientos. También suponen una potente inversión para las empresas obtentoras, que dedican muchos años y recursos a conseguir las licencias que les permiten explotar estas variedades en exclusividad. Pero, ¿quién salvaguarda a estas variedades para que nadie pueda cultivarlas sin adquirir los derechos? Hemos hablado con tres organizaciones que forman parte de esta guardia pretoriana que vela por la protección de estas variedades. Dos de ellas son partners del COIAL.
CVVP, el club de socios
Reyes Moratal es la gerente de la Compañía de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP), y nos explica en qué consiste la actividad de esta organización: “Manejamos siete variedades: Clemenlola, m7, Leanri, NadorCott, Sublim, Summer Prim y Red Lina, y nuestra web incluye una sección dedicada a cada una de ellas. Gestionamos derechos de propiedad industrial de nuestros socios a nivel europeo; cada uno es titular de una variedad. Nuestro socio puede ser el obtentor o una empresa editora, es decir, la persona que tiene licencia para otorgar licencias a otros agricultores”.
Algunas variedades han surgido de mutaciones espontáneas en fincas de agricultores, mientras que otras son el resultado de los programas de fitomejoramiento promovidos por los obtentores. La CVVP es una entidad sin ánimo de lucro, y puede gestionar variedades desde el inicio de su registro o incluso si ya están registradas. “Durante la vida de la licencia, gestionamos la trazabilidad, realizamos controles periódicos, inspeccionamos almacenes y llevamos a cabo auditorías periódicas. Los socios tienen acuerdos para compartir los gastos de estructura, y cada uno paga a sus proveedores. Nuestro objetivo es aliviar la carga de trabajo de los titulares lo máximo posible; por ejemplo, si desean poner en marcha una campaña publicitaria, contactamos con agencias de publicidad; también les ofrecemos asesoramiento en temas legales o gestionamos la recaudación de royalties en las fechas acordadas, entre otras tareas”, enumera Moratal.
Para salvaguardar los intereses de sus socios, la CVVP ha de asegurar que nadie las cultiva sin licencia: “Una de nuestras funciones prioritarias es asegurar que las variedades no sean explotadas por personas no autorizadas, luchando así contra la piratería y el fraude. No es tarea fácil, especialmente cuando las variedades son visualmente indistinguibles, lo que a veces nos obliga a recurrir a marcadores genéticos. Encargamos a laboratorios especializados llevar a cabo inspecciones, auditorías y análisis de control”, relata la gerente de la CVVP.
Valgenetics: vigilancia micro
Nuestro partner Valgenetics ofrece sus servicios a entidades encargadas de salvaguardar las licencias de variedades protegidas. “Acuden a nosotros empresas obtentoras dedicadas al desarrollo de nuevas variedades y con programas de mejora asentados a lo largo de los años, pero también importantes productores que tienen interés en implementar la biotecnología y el I+D como una línea esencial para el crecimiento de su negocio”, explica Juanjo Rodríguez, responsable comercial de Valgenetics.
Nuestro partner dispone de capacidad de poder diferenciar genotipos con el objetivo de proteger la autenticidad del material vegetal y ofrece la posibilidad de desarrollar marcadores de selección asistida para mejorar la eficacia de los screenings realizados en diferentes programas de mejora. “Además de disponer de estos análisis genéticos, las empresas que gestionan variedades vegetales requieren mantener dichas genéticas libres de patógenos para poder realizar un trasiego de las variedades entre países, motivo por el cual ValGenetics realiza trabajos de cultivo in vitro y fitopatología”, matiza Rodríguez.
El avance de las técnicas de identificación genética ha calado en el mercado. “Tenemos cada día un número más elevado de clientes para diferentes especies vegetales. Las herramientas biotecnológicas con las que contamos en la actualidad y la reducción de sus costes favorecen que cada día haya más empresas capaces de disponer de sus genéticas en el mercado. Es por ese motivo que el panorama varietal en muchos cultivos se ha visto incrementado considerablemente y ha pasado de unas pocas variedades a más de una veintena en muchos casos”, reconoce el responsable comercial de Valgenetics.
Por todo ello, vaticina que la producción de variedades protegidas irá a más: “La demanda del consumidor y el cambio climático son factores relevantes para que se den cada vez más nichos de mercado para las variedades protegidas, y la biotecnología es clave para lograr cubrir esa necesidad actual de nuevas variedades”.
VisualNAcert: vigilancia macro
Mercedes Iborra, ingeniera agrónoma y cofundadora de VisualNACert, empresa partner del COIAL, dedicada a la transformación digital de la agricultura, destaca el valor especial de las variedades protegidas de cítricos. «Estas variedades ofrecen ventajas significativas al agricultor, como la época de entrada en el mercado, mayor productividad o características organolépticas más atractivas», explica.
VisualNACert colabora con la Compañía de Variedades Vegetales Protegidas en la gestión y control mediante tecnología innovadora y servicios de inspección y auditoria. Según explica Iborra, «desarrollamos bases de datos geolocalizadas que permiten un seguimiento exhaustivo de las plantaciones, incluyendo su ubicación, superficie, número de plantas y condiciones de la licencia». Asimismo, las inspecciones y auditorias se llevan a cabo por ingenieros agrónomos expertos, conocedores de las variedades, y comprueban el cumplimiento de las condiciones de la licencia. «Este control exhaustivo es positivo para ambas partes: los agricultores que invierten en variedades protegidas quieren que se respeten sus derechos y los obtentores se benefician de la trazabilidad y la protección de su inversión», reconoce Mercedes.
La lucha contra la piratería es un aspecto fundamental en la gestión de las variedades protegidas. «El sistema de vigilancia combina tecnología satelital, visitas a campo y auditorías, lo que lo hace muy eficiente. Además, los beneficios que ofrece el sistema a los agricultores que hacen las cosas bien generan un efecto positivo en la defensa del mismo», concluye esta ingeniera agrónoma.
En definitiva, las variedades protegidas de cítricos representan una oportunidad importante para el sector agrícola. Su valor especial, junto con la gestión y control adecuados, garantizan la rentabilidad de la inversión para los agricultores y el desarrollo sostenible del sector.