[IV Congreso de Ingenieros Agrónomos] Luis Planas, ministro de Agricultura: “Digitalización y sostenibilidad, los dos retos de nuestro sector”
Todos los congresos sirven –o al menos deberían de servir— para buscar consensos sobre la dirección que debe tomar el colectivo que se reúne durante varios días para hablar de su actividad. Y más si ha celebrado tan solo cuatro en los últimos cien años.
En el IV Congreso de Ingenieros Agrónomos, celebrado recientemente en Córdoba, se ha puesto de relieve que los representantes políticos tienen claro el rumbo a seguir. Y además, su diagnóstico coincide con el que hacemos los profesionales.
Digitalización y sostenibilidad
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, subrayó dos ejes sobre los que ha de girar la estrategia de futuro del sector agroalimentario: digitalización y sostenibilidad. El objetivo, según Planas, es conseguir una alimentación más sostenible, más sana y más saludable para el conjunto de los ciudadanos”.
Además de esos dos ejes, hay un tercero fundamental: el mantenimiento de la población rural, que para Planas “debe tratarse como un asunto de Estado” y fomentar el relevo generacional y la incorporación de la mujer. ¿Cómo si no conseguir alimentar a una población de casi 10.000 millones de personas, cifra prevista que se alcance en el planeta en el año 2050?
Está previsto cubrir el veinte por ciento de la demanda con más superficie de cultivo y más cabaña. ¿Y el resto? “Casi el ochenta por ciento deberá conseguirse a través de la digitalización y la innovación”, subraya el ministro, que considera que los ingenieros agrónomos “tienen un papel fundamental en esta tarea”.
9.500 millones de la PAC para innovación e investigación
En este sentido, recordó que la nueva PAC “destinará alrededor de 95.00 millones de euros a la innovación y la investigación”. De ellos, 9.500 serán para España. Actualmente, nuestro sector genera 100.000 millones de euros en nuestro país.
El ministro enumeraba los desafíos a los que se enfrenta el sector: «La lucha contra el cambio climático, la defensa del medio ambiente, del suelo, del agua, del aire, de la biodiversidad y del paisaje».
Papel social de la ingeniería agronómica
El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro, reivindicaba el reconocimiento social al papel que desempeña la ingeniería agronómica. E incidía en lo dicho por Luis Planas: “El desarrollo continuo del conocimiento y la innovación constituye la base de vuestra profesión, en un momento en el que todos tenemos que hacer un gran esfuerzo por la digitalización en el sector agroalimentario, y en el que se inicia el camino hacia una agricultura 4.0, una nueva revolución verde que los ingenieros agrónomos estáis llamados a liderar”.
Sánchez Haro destacaba también “el importante desarrollo de la robotización, la automatización y el uso de imágenes de satélite y de sensores, que suponen una auténtica transformación de nuestro sector agroalimentario”. Elementos que, según el consejero, “desarrollarán la agricultura de precisión”.
La comida no nace en el estante del supermercado
El exministro de Trabajo e ingeniero agrónomo Manuel Pimentel fue una de las voces más afiladas del congreso. También hizo referencia a la tecnología: “Sin ella, la agricultura no podrá alimentar a una población creciente que reclama más proteínas en los países en vías de desarrollo y una alimentación sostenible y saludable en los países desarrollados. El ingeniero agrónomo tiene ante sí el enorme reto de la transformación digital de la agricultura, combinado con los principios de sostenibilidad, respeto al Medio Ambiente y alimentación respetuosa y saludable”.
Y ponía encima de la mesa esta paradoja: “El evidente éxito de la técnica e industria agrícola, paradójicamente, la ha devaluado. El urbanita, ante tanta abundancia de comida buena, bonita y barata, hace décadas que dejó de preocuparse por ella. Piensa que la comida siempre aparecerá en una estantería del supermercado como por ensalmo, sin valorar el enorme esfuerzo realizado por los agricultores, industriales, profesionales y distribuidores para que continúe produciéndose el milagro cotidiano de la multiplicación de los panes y de los peces. El urbanita, por tanto, no valora al sector, en cuanto vive en la abundancia alimenticia”.