“Ahora ya se entiende que cambio climático es economía, es estilo de vida, es salud, que engloba absolutamente todo”
Nuestra compañera ingeniera agrónoma Celsa Monrós está al frente de la Dirección General de Cambio Climático de la Generalitat Valenciana desde hace seis meses. En un momento en el que la población ya es capaz de apreciar los efectos del calentamiento global tiene la tarea de organizar la adaptación y la mitigación del cambio climático. Su reto: la Ley Valenciana de Cambio Climático y Transición Energética, que tendrá que estar aprobada lo antes posible para convertirse en una herramienta efectiva en nuestro territorio contra la amenaza que se cierne sobre el planeta.
Teníamos tantas cosas que preguntar a Celsa Monrós que hemos decidido publicar la entrevista en dos entregas.
Llevas ya más de 6 meses en el cargo. ¿Cuál es su balance de este periodo?
Creo que es el mayor reto que tienen esta consellería y cualquier administración tanto a nivel regional como estatal o local. Ya había una dirección general que se ocupaba del cambio climático, pero junto con residuos y muchas más tareas. Pero ahora se ha decidido crear una nueva dirección general para dotarla de verdad del impulso que necesita la estrategia valenciana de cambio climático y elaborar la ley que ampare todas las acciones que se tienen que llevar dentro del territorio.
¿Tienes la sensación de que se están empezando a producir ya esos cambios rápidos, sin precedentes y de gran alcance, en todos los aspectos de la sociedad, que desde organismos como el IPCC se consideran imprescindibles para evitar los peores impactos del cambio climático? Es decir, ¿estamos concienciados y somos consecuentes?
Yo creo que lo que se ha conseguido en los dos últimos años es que el cambio climático asome en todas las conversaciones, en todas las políticas, algo que hasta ahora no estaba presente. Se asociaba cambio climático a medio ambiente y poco más, y ahora se entiende que cambio climático es economía, es estilo de vida, es salud, que engloba absolutamente todo. Yo creo que hasta ahí es donde hemos llegado, sabemos más y hay bastante conciencia de que es necesario actuar. Lo que nos tiene ahora a todos ocupados es en cómo hacerlo para no dejar a nadie atrás y para coger suficiente velocidad e impulso para alcanzar un verdadero cambio de rumbo.
¿En qué estado se encuentra la tramitación de la Ley Valenciana de Cambio Climático y Transición Energética? ¿Se plantean la posibilidad de aprovechar la Ley, como han hecho otras autonomías, para crear fondos específicos para la financiación de políticas y medidas de mitigación y adaptación?
Las ideas que queremos introducir en esta ley están bastante avanzadas: cómo queremos hacer la gobernanza del cambio climático dentro del territorio valenciano y cómo tienen que ser abordadas las políticas. Hasta ahora, la Estrategia Valenciana del Cambio Climático ha recopilado las políticas que estaba aplicando cada departamento de la Generalitat Valenciana en agricultura, en salud, energía, etc. Ahora vamos a involucrar a todos los actores del territorio, lo cual implica administraciones, sectores económicos y población, para determinar cuál es la responsabilidad de cada uno en las emisiones, dónde están las vulnerabilidades e identificar responsabilidades y capacidad de compensación para conseguir una transición justa para que ningún sector de la población pague el pato.
¿Podemos hablar de plazos?
Durante la primavera queremos promover mesas de diálogo, donde los expertos y la academia propongan el alcance, cómo deberíamos enfocar y qué temas no pueden quedar fuera. El objetivo es sacar un anteproyecto en verano y después, sí que es cierto que los tiempos legislativos son los que son.
¿Se está pensando en crear fondos específicos dentro del amparo de la ley para las políticas y medidas de mitigación y adaptación?
Hacen falta fondos, efectivamente. Nos gustaría que la ley consignara un fondo de transición ecológica, que se podría financiar en parte con impuestos o tasas que graven las emisiones de CO2. También queremos ver qué están haciendo en otras regiones, hacia donde apuntan las nuevas directivas que nos van a marcar con el “European Green Deal”. Va a haber toda una batería de reformas positivas y de directivas que nos van a ir marcando el camino a nivel español.
¿Cuáles son las más significativas?
La próxima Ley de Cambio Climático y sobre todo, el Plan de Energía y Clima del Ministerio para la Transición Ecológica. Nos van a decir por dónde tenemos que ir y van a hacer falta muchos fondos. Europa está poniendo fondos y la comunidad autónoma también. Vamos a intentar que los fondos de Europa puedan ayudar al territorio valenciano. Tenemos que trabajar para que se tengan en cuenta las peculiaridades regionales.
¿Hay plan desde el gobierno valenciano para influir en eso? ¿Hay medios? ¿Nos estamos moviendo en las instituciones europeas?
Nos estamos moviendo de manera coordinada entre distintos departamentos y consejerías. En Agricultura se ha creado esta legislatura la Dirección General de la PAC, separada de la de Agricultura, para darle un peso específico a las negociaciones que nos vienen. También se está trabajando a nivel estatal una posición común de todas las comunidades autónomas frente a Bruselas. Y esa comisión común debate entre todas las comunidades, ya que cada una tiene unas especificidades totalmente diferentes. Nosotros intentamos que nuestros puntos estén recogidos ahí y debatir de la mejor manera posible.
Dentro de esta ley que viene ¿hay alguna cosa que especialmente te guste o te sientas especialmente motivada por lo que vaya a mover?
Con esta ley intentamos dotar de más agilidad al motor de la administración y hacer que esta sea también referente. No puede ser que estemos pidiendo a los ciudadanos y a los sectores que trabajen en la mitigación y adaptación del cambio climático y que las administraciones no vayamos por el mismo camino. También está la cuestión de una transición justa: tener en cuenta a todos los sectores e intentar clarificar qué es el cambio climático, a quién afecta la creación de un inventario de emisiones que nos sirva a los valencianos como hoja de ruta para saber realmente quién emite, cómo emite y qué impacto económico, social y medioambiental tiene.
¿Está la Comunitat Valenciana en condiciones de abordar la transición energética?
Nos gustaría tener un plan director de energías renovables, saber qué tipos de energías son las que más nos interesan en el territorio valenciano y cómo las tenemos que explotar. Importamos mucha energía, pero podríamos acabar siendo autosuficientes. En la ley queremos reflejar el hecho de que los ciudadanos participen en la soberanía energética, que sean también productores, darles información para que ellos también puedan producir, que sepan qué contratan y que puedan participar en las comunidades energéticas locales.