28/06/2024

Alumnos y profesores universitarios compiten en Valencia analizando suelos de l’Albufera

Si durante la segunda semana de julio alguien de ustedes ve a un grupo de jóvenes acompañados por un adulto escarbando en el suelo en el entorno de L’Albufera y fijándose mucho, descarte un CSI. Y sepan que del 8 al 12 de julio se celebra en Valencia la segunda edición del Curso Concurso Nacional de Descripción y Clasificación de Suelos. Sí, los ingenieros agrónomos, los forestales y los científicos ambientales podemos ser tan frikis como los investigadores de homicidios. La idea de este curso concurso es estupenda y por eso el COIAL lo patrocina, junto con otras entidades que enumeraremos al final de este artículo.

De momento les vamos a explicar en qué consiste esta especie de pro-am del suelo patrio: participan equipos formados por cuatro estudiantes y un profesor, procedentes de siete universidades españolas. Durante tres días, los estudiantes reciben un curso de seis horas diarias sobre suelos; y jueves (entrenamiento) y viernes (concurso) participan en jornadas de campo. El objetivo: conseguir representar a España en el primer European Soil Judging Contest, que se celebrará en 2025.

Suelos difíciles de encontrar

El curso concurso español está organizado por la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo. Su vicepresidenta, Sara Ibáñez, es colegiada y no es la primera vez que aparece en la sección de noticias del COIAL. Nos cuenta la suerte que tienen los siete equipos y más de 40 alumnos participantes, entre ellas la UPV y la UV. “Vamos a poder llevarlos a conocer suelos difíciles de encontrar tanto en la Comunidad Valenciana como en el territorio español y en otras partes del mundo; no porque no existan, sino porque tienen una representación bastante local por las condiciones en las que se tienen que desarrollar. Se trata de los suelos hídricos o gleisoles, típicos de zonas que se encuentran inundadas durante gran parte del año: son los suelos de nuestros arrozales y los tenemos muy cerca de Valencia y de Gandia y son los que vamos a describir, y que los alumnos van a tener que reconocer tanto en el día de la fase de entrenamiento como en el día de la fase del concurso”.

Se trata de suelos difíciles de estudiar porque normalmente se encuentran inundados y es necesario abrir una calicata para verlos. “Durante gran parte del año, si se abren las calicatas perjudicaríamos el ciclo de cultivo. La ventaja de celebrar esta competición en julio es que podemos encontrar las zonas limítrofes a los arrozales y en la zona alta de l’Albufera que no están inundados, y aunque tendremos que bombear el agua que salga de la calicata podremos verlo”, explica Sara, quien habla de “una gran oportunidad de poder ver el perfil de un suelo que es un gran desconocido por los inconvenientes y especificidades que tiene su localización y su descripción”.

Importancia del suelo en cultivos de alto valor añadido

Aprovechamos la ocasión para preguntar a Sara sobre la importancia del suelo en cultivos de alto valor añadido que tienen presencia en la Comunitat Valenciana, como la vid y el olivo, y los pone en perspectiva para formular los retos del presente: “Primero fue la transformación del secano al regadío, y también un mejor conocimiento del suelo que ha propiciado importantes ahorros en el consumo de agua, ha modificado el tipo de maquinaria y ha transformado las tierras”, recuerda Sara.

Para ella, a día de hoy el aspecto más relevante es “la necesidad que tienen la agricultura europea y por tanto la española de adaptarse para preservar y conservar el medio ambiente acoplándose a la normativa sobre salud del suelo, reducción de gases de efecto invernadero y disminución de la utilización de agroquímicos de tipo sintético para incrementar el uso de productos naturales y raíz orgánica”. Ibáñez destaca “el compromiso que tenemos los ingenieros agrónomos para cumplir esta normativa a la vez que propiciamos que los agricultores obtengan la máxima rentabilidad y calidad del producto. En este aspecto resulta fundamental el conocimiento del papel que tiene el suelo en el mantenimiento y mejora de la salud del cultivo y de cómo logra su adaptación a las nuevas condiciones ambientales”.

Para ilustrar esta afirmación, nuestra compañera pone un ejemplo: “Existen nuevas prácticas que protegen las calles y los taludes de las líneas de árboles con plantas que pueden aumentar los ingresos del agricultor y que normalmente son plantas aromáticas o cultivos industriales, que se utilizan además para proteger el suelo contra la erosión y aportar un incremento en las reservas de agua del suelo y del carbono”.

Antes de poner el punto final, tenemos una promesa que cumplir. Estos son los nombres de las entidades colaboradoras en la segunda edición del Curso Concurso Nacional de Descripción y Clasificación de Suelos: Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante, Cátedra Fertinagro Biotech de la UPV, Optima Soil, Grupo Tragsa, Renovalia, Certis Belchim, Cajamar, CVER, AVA, CIDE, Ajuntament de Gandia, Ajuntament de Catarroja, Ajuntament de Torrent, Ajuntament de Picassent, ETSIAMN de la UPV y Facultad de Ciències Biològiques de la UV.

Folleto_

Imagen L’Albufera de Vicente Llorens