Partners13/12/2024

Bioplásticos: innovación sin residuos

Nuestro partner Novamont Iberia se posiciona como uno de los referentes en el desarrollo de soluciones compostables para el tratamiento de plásticos y residuos, un sector en constante evolución y marcado por los desafíos legislativos actuales. Para conocer las tendencias de futuro para este tipo de materiales hablamos con Rosa Puig, marketing manager de Novamont Iberia, que destaca el carácter pionero de la empresa en trabajar con materiales biodegradables y compostables. «La historia de los compostables comenzó con dos aplicaciones clave: el acolchado biodegradable para suelos agrícolas y las bolsas compostables para la recogida de residuos orgánicos. Estas soluciones aportan un valor diferencial al garantizar un fin de vida más sostenible», explica.

Toda la UE debería de tener disponible la recogida selectiva de residuos orgánicos este año

Sin embargo, pese al avance técnico y la adopción en algunos mercados, la implantación de la recogida selectiva de residuos orgánicos en Europa sigue siendo desigual. «Desde este año, todos los Estados miembros deberían tener disponible la recogida selectiva de orgánicos para sus ciudadanos. Pero esto aún no es una realidad generalizada», señala Puig. Las bolsas compostables, según indica, son una herramienta clave para impulsar este tipo de recogida y su correcto tratamiento. «Llevamos años desarrollando estas soluciones, pero su potencial aún es desconocido para muchos. A medida que se generalice la recogida selectiva, las bolsas compostables se convertirán en una pieza esencial del sistema».

En los últimos años, Novamont ha ampliado su alcance hacia aplicaciones más técnicas, como envases alimentarios. «Estamos desarrollando envases compostables que no solo facilitan la conservación de alimentos mediante barreras al oxígeno, sino que también permiten gestionar los residuos orgánicos de forma más sostenible. Esto es especialmente relevante en casos donde el reciclaje mecánico resulta inviable», subraya Puig. Estas innovaciones responden tanto a la necesidad de reducir los plásticos convencionales como a las exigencias legislativas emergentes. «El nuevo reglamento europeo sobre residuos de envases está marcando el camino. Aunque se aplicará de forma uniforme, deja margen para que cada Estado miembro decida cómo promover las soluciones compostables en sus territorios».

Aplicaciones para el sector agrícola

El sector agrícola también presenta grandes oportunidades para los plásticos compostables. Puig destaca aplicaciones como tutores, clips y protectores de árboles biodegradables. «Estas herramientas técnicas no solo facilitan el trabajo de los agricultores, sino que ayudan a prevenir la dispersión de residuos plásticos y la formación de microplásticos persistentes en el medio ambiente. Estos materiales cumplen con la norma europea EN 17033 y el periodo de biodegradación en el suelo depende en buena parte del grosor del material y de las características climatológicas y del terreno, sin la presencia de microplásticos ni sustancias nocivas para el suelo y los cultivos.»

Además, el potencial de estos materiales va más allá de los entornos rurales. «En el ámbito alimentario, estamos viendo avances importantes. Por ejemplo, en los supermercados, aunque las bolsas para fruta ya son biodegradables, aún queda mucho por hacer para sustituir los plásticos convencionales. Sin embargo, el compostable puede jugar un papel clave en sectores como el film alimentario, especialmente en envases que están en contacto con residuos orgánicos difíciles de reciclar», asegura Rosa Puig.

Para Novamont, el objetivo es claro: ofrecer soluciones que combinen una mayor sostenibilidad gracias a la innovación. «Creemos firmemente que los materiales compostables no son solo una alternativa, sino una herramienta imprescindible para construir un modelo de gestión de residuos más eficiente y más respetuoso con el medio ambiente», concluye la marketing manager de Novamont Iberia.

Un trabajo de campo con éxito: rafia y clips de bioplástico que aúnan utilidad y biodegradabilidad

El trabajo de campo confirma una buena noticia: es posible contribuir a resolver el problema del final de la vida útil de los residuos de cultivos agrícolas mediante el uso de rafia y clips fabricados con el bioplástico compostable de nuestro partner  Novamont. Lo ha confirmado un estudio experimental de un año de duración llevado a cabo en uno de los centros experimentales en España de Bayer CropScience en El Ejido, en Almería.

La rafia y los clips han cumplido con los requisitos de tenacidad, resistencia y flexibilidad durante todo el ciclo de cultivo y en las condiciones climáticas más extremas. Al finalizar el ciclo del cultivo, se han recogido junto con los restos vegetales y se han tratado en una planta de compostaje y se ha generado un compost final de alta calidad  , sin presencia de microplásticos persistentes ni sustancias dañinas para los suelos y para los cultivos, según estudios de ecotoxicidad, y de presencia de metales pesados basados en la norma UNE-EN 13432     . Estos nuevos sistemas de sujeción y entutorado hortícolas compostables, que tienen una huella de carbono certificada según la norma ISO 14067:2018, contribuyen así a hacer más sencilla y eficaz la gestión de los residuos vegetales. La clave está en que permiten el compostaje de los restos de cultivo sin necesidad de separar los materiales plásticos, lo que favorece la producción de compost de calidad y ayuda a evitar la acumulación accidental de sustancias persistentes en el suelo.

Marco Pecchiari, Head of Ecology of Product and Environmental Communication de Novamont, ha expresado su satisfacción “por el éxito obtenido por nuestras soluciones en los ensayos de Bayer CropScience, ya que van a poder ayudar a los agricultores de todo el mundo a mejorar la sostenibilidad de su producción y a garantizar al mismo tiempo la calidad de los suelos”.