“Cada cliente es un mundo, tienes que saber entenderlo para poder captar qué quiere y dar respuesta a sus necesidades”
Nuestro compañero Jorge Escudero mantiene que la ingeniería de proyectos es el ámbito de trabajo que mejor permite a un ingeniero agrónomo desarrollar todos los conocimientos adquiridos durante la etapa de formación universitaria. Aunque comenzó su carrera profesional como perito de seguros, pronto dio el salto a la ingeniería de proyectos. Primero, en una gran ingeniería de la Comunidad Valenciana, donde pudo aplicar y mejorar sus conocimientos, conocer a sus clientes para identificar sus necesidades y aprender a gestionar equipos de trabajo. Hace seis años fichó por una gran empresa alimentaria, donde continúa diseñando y desarrollando proyectos, pero ahora aplicados a las necesidades de la compañía.
¿Cómo crees que percibe la sociedad a los ingenieros agrónomos?
Nos percibe como un colectivo de alto nivel técnico y muy profesional, pero detecto cierta tendencia a no identificar todos los ámbitos de actuación de los ingenieros agrónomos. Sin embargo, se percibe mucho respeto por nuestra actividad, que se considera muy seria.
Si algo nos caracteriza es nuestra humildad, no somos un colectivo engreído ni endiosado. Tenemos vocación de servicio
¿Cuáles crees que son las claves del éxito en nuestra profesión?
Creo que la versatilidad. No nos obcecamos en centrarnos en unas áreas de interés muy concretas. No nos da miedo enfrentarnos a los retos, y ahí está nuestro fuerte, no reconocer los limites e ir a por cualquier desafío.
¿Cómo se ha conseguido ganar la confianza de los ciudadanos?
Si algo nos caracteriza es nuestra humildad. No somos un colectivo engreído ni endiosado. Tenemos vocación de servicio y nos caracterizamos por ser muy colaborativos. Es muy frecuente encontrar grupos de trabajo que cuentan con ingenieros agrónomos entre sus integrantes, y eso se debe a nuestra capacidad de cooperación.
¿Qué hemos aportado a la sociedad a lo largo de las últimas décadas?
Profesionalidad en todas las actividades que desarrollamos. Hemos sabido aportar un elevado componente técnico y una alta capacidad de trabajo en muy diferentes sectores y tareas. Nuestra versatilidad es muy apreciada.
Tras dedicar unos cuantos años de estudio, en la ingeniería de proyectos encuentras el campo perfecto donde poder aplicar los conocimientos adquiridos de forma integral.
Trabajas en ingeniería de proyectos desde tus inicios. ¿Por qué elegiste ese camino?
Siempre he tenido claro que me quería dedicar a la ingeniería. Imaginar soluciones y hacerlas realidad. Poder participar en diferentes proyectos, porque cada uno supone un nuevo reto, algo que te mantiene siempre activo intelectualmente. Me considero una persona muy curiosa y siempre dispuesta a aprender. Poder estudiar cada proyecto nuevo supone un reto, te obliga a adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Es una actividad muy motivadora y nada rutinaria. Cada situación requiere una solución adaptada, en la que tienes que aplicar tus conocimientos, experiencia, habilidades e ingenio.
¿Cuáles son los alicientes que encuentra un ingeniero agrónomo en la ingeniería de proyectos?
Tras dedicar unos cuantos años de estudio, en la ingeniería de proyectos encuentras el campo perfecto donde poder aplicar los conocimientos adquiridos de forma integral. Es más, con el avance de los años, percibes que es un ámbito donde nunca dejas de aprender, tanto de los equipos que colaboran contigo, como de los clientes a los que resuelves los problemas hasta de los comerciales que te recomiendan nuevos productos y servicios. Poder desarrollar un proyecto desde el inicio hasta su conclusión es una gran satisfacción. Tener un proyecto en las manos para cuyo desarrollo partiste de una simple idea, que en ocasiones no pasa de una sola frase. Ver cómo se va transformando físicamente con el tiempo hasta que finalmente se pone en marcha. Es ver la conclusión de un ciclo de vida completo. Una de las grandes ventajas de la ingeniería de proyectos es que cada proyecto tiene un principio y un final.
Es muy difícil ser experto en todo, pero si eres capaz de gestionar equipos de conocimientos diferentes, te conviertes en experto de casi cualquier cosa y te permite afrontar cualquier tipo de reto
¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional desde el punto de vista de la adquisición de habilidades?
Desde que empecé mi trayectoria profesional, nunca he dejado de aprender. Tuve mis inicios en el sector de los seguros, como perito de siniestros. Ahí empecé a descubrir que los conocimientos son muy importantes, pero el saber gestionar equipos de trabajo y saber relacionarse con la gente es tan importante como los conocimientos. Saber lo que quiere tu cliente es imprescindible para solucionar sus problemas. Posteriormente me incorpore a una de las más importantes ingenierías de proyectos de la Comunidad Valenciana. Allí, además de adquirir mas conocimientos técnicos, pude aprender que para grandes cosas necesitas grandes profesionales a tu alrededor. Que la fuerza de un equipo suma más que la fuerza de sus individuos por separado. Es muy difícil ser experto en todo, pero si eres capaz de gestionar equipos de conocimientos diferentes, te convierte en experto de casi cualquier cosa y te permite afrontar cualquier tipo de reto.
¿Hubo un punto de inflexión en tu carrera?
Después de una larga etapa en ingenierías, de más de 15 años, cambié de sector pero no de actividad. Pasé de gestionar proyectos desde una ingeniería a ejecutarlos desde una industria de alimentos. En esta etapa en la que estoy actualmente puedo ser más creativo, ya que tengo la oportunidad de participar en un proyecto desde el momento cero y empezar a diseñar la solución a problemas desde su inicio, marcando la línea a seguir y definiendo los requisitos a cumplir.
¿Qué dirías a los alumnos que cursan el máster de ingeniería agronómica para animarlos a trabajar en ingeniería de proyectos?
Que han elegido una actividad profesional muy bonita, dinámica y motivadora. Que no es tanto la gran cantidad de conocimientos que van a adquirir, sino la capacidad de aprendizaje que van desarrollar. Te da la aptitud para enfrentarte a cualquier tipo de problema y a asumir nuevos retos con naturalidad.
Cada vez hay más software capaz de realizar cálculos, pero donde no podremos nunca ser desplazados es en la integración de estas instalaciones y estructuras
¿Cuáles son las claves para sacar adelante el diseño de un proyecto?
La clave es saber entender e interpretar las necesidades de tus clientes. Cada cliente tiene unas necesidades. En unas ocasiones se prioriza sacar adelante un proyecto con un coste determinado, en otras prima el plazo para conseguirlo, en otras se busca un proyecto singular. Cada cliente es un mundo, y tienes que saber entenderlo para poder captar qué quiere y en base a ello poder dar respuesta a sus necesidades. Siempre hay que ser muy honesto con el cliente. Si algo no es viable, indicarlo siempre lo antes posible y buscar una solución conjunta.
¿Y para dirigirlo?
Contar con un buen proyecto, bien desarrollado y realista. Aunque esto parece algo bastante obvio, no siempre es así. En cuanto a su ejecución, doy mucha importancia a las relaciones interpersonales. Para sacar adelante una ejecución necesitas de los diferentes industriales que intervienen en ella, por lo que establecer una buena relación con ellos es muy importante. Obviamente, cada uno tiene un rol en la obra. Pero hay que saber escuchar a todas las partes, tanto a tus colaboradores como a los contratistas y clientes. Es muy importante conseguir que todos los actores implicados en una obra persigan un objetivo común, y saber redirigir a aquellos que no lo hacen.
¿Cómo definiría la evolución que ha experimentado nuestra profesión en las últimas décadas?
Nuestra profesión ha tenido diferentes evoluciones en función del sector en el que te encuentres. Hemos ido perdiendo posiciones en el sector de ingeniería por el auge de nuevas titulaciones, que van creando ingenierías cada vez más especialistas. Pero la industria de alimentación está en auge, y ahí tenemos mucho que decir, tanto desde el punto de vista de la ingeniería de proyectos como de la de procesos industriales. Cada vez más, las industrias de alimentación demandan más técnicos, tanto para la gestión de plantas industriales como para la investigación y la comercialización.
¿Qué amenazas acechan a la profesión?
El mundo es cada vez más global: hay más y más multinacionales o fondos de inversión entrando en la gestión de empresas y negocios. Estas empresas suelen traer su propia cultura de desarrollo, que en muchas ocasiones depositan su confianza en empresas que se desplazan con ellos, y es difícil poder entrar a trabajar con las mismas. Por otra parte, veo también una amenaza con las nuevas tecnologías, o más que amenaza una nueva oportunidad. El desarrollo de la IA puede desencadenar en una perdida de la percepción del valor de un cálculo de una instalación o estructura. Cada vez hay mas software capaz de realizar cálculos, pero donde no podremos nunca ser desplazados es en la integración de estas instalaciones y estructuras. Nuestro ingenio en resolver los problemas, más allá de una cifra numérica. Ahí es donde deberíamos de centrar nuestros esfuerzos.
Es muy importante conseguir que todos los actores implicados en una obra persigan un objetivo común, y saber redirigir a aquellos que no lo hacen
¿A qué retos nos enfrentamos?
El mundo actualmente es tremendamente cambiante. Asistimos a continuas subidas y bajadas: un día la economía está en auge y hay mucho movimiento en el sector, y un día después estalla una guerra a miles de kilómetros de distancia y todo cambia, para unos meses después volver a cambiar. Y eso por no recordar el parón económico provocado por la pandemia de la Covid-19 y los problemas derivados del arranque económico de ese nefasto episodio. El mundo cambia en días, por múltiples circunstancias sobre las que no tenemos influencia, lo que nos obliga a ser muy flexibles y saber adaptarnos a las nuevas circunstancias. Por eso cada vez mas es mas frecuente trabajar en entornos agile.
¿Cuáles son los sectores de futuro para los ingenieros agrónomos?
Si algo nos enseñó la pandemia es que todo lo relacionado con la alimentación es imprescindible y prioritario, tanto en el sector primario como a nivel industrial. Es un sector muy estable, libre de altibajos a los que sí está sujeto el sector turístico. Un sector que siempre va a estar ahí, que no puede fallar y que cada vez es más exigente. Y ahí, los ingenieros agrónomos somos un referente. Tampoco podemos olvidar el sector medioambiental. Cada vez más, cualquier actividad incluye soluciones ambientales. Por no hablar de las energías renovables, que con el problema energético de estos últimos años se han disparado, y han llegado para quedarse.