12/03/2018

[Campaña Cítricos] «Durante esta campaña hemos tenido robos de cítricos en el campo por valor de más de cinco millones de euros», Juan S. Torres

Juan S. Torres, ingeniero agrónomo y secretario general de la Associació Valenciana d’Agricultors (AVA-ASAJA), define la presente campaña como «atípica, ya que según nuestros cálculos, la reducción en volumen está siendo cercana al 30% respecto al año pasado, aunque los aforos de la Conselleria hablaban al principio de la campaña de un 20%». La merma ha sido mayor en mandarinas –más del 30%– que en naranjas, alrededor del 22%. Aun así, Torres se resiste a calificar de ‘buena’ la campaña: «Si multiplicas euros por kilos no va a ser una buena campaña. El incremento del precio no compensa la pérdida de kilos».

La escasez, como es lógico, ha repercutido al alza en los precios. «En la campaña la demanda ha estado por encima de la oferta, incluso ha habido días en los que no se podía coger más fruta porque no estaba suficientemente madura», relata Juan S. Torres. «Con una oferta limitada y una demanda superior, los precios se mantienen bien e incluso tienden a subir, a pesar de los intentos puntuales de la distribución de hacer ofertas a precios bajos, que suele dar resultados muy negativos para el agricultor en campañas de elevada producción».

Otro factor importante de la campaña de este año, según Torres, es el precio de la industria: «El precio que se está pagando en naranja para zumo es bueno».

Pero sin duda, para el secretario general de AVA-ASAJA, el factor más preocupante en la presente campaña es el robo de fruta en el campo: «Tenemos más robos que nunca de fruta. Es complicado pelear contra eso y no podemos poner vigilancia en cada campo por falta de recursos. La única forma de combatirlo es investigar a los receptores para identificar la fruta, porque existe falsificación de documentos y muchas operaciones se hacen en negro». Torres reconoce que es difícil luchar contra este problema: «Habría que apretar más a los delincuentes, porque no es de recibo que esto pase. No es culpa de la Guardia Civil ni de la Policía Nacional, ellos hacen todo lo que pueden y los recursos son escasos. Pero la legislación no es lo rigurosa que debería de ser: no hay nadie en prisión por robar fruta. De hecho, los agricultores ya no denunciamos porque nunca pasa nada, es una pérdida de tiempo». Le pedimos una estimación y la cifra es alarmante: «Ha habido robos por valor de más de cinco millones de euros».

Finalmente, este especialista en cítricos destaca el factor climatológico: «Hemos tenido episodios de frío y viento antes y durante la Navidad. El viento afecta tanto al árbol como a la fruta. Hay variedades especialmente sensibles, como la clemenvilla y la hernandina, que se caen del árbol cuando se producen fuertes caídas de temperatura. Recientemente también se han visto afectadas las ortaniques».