Dana31/01/2025

¿Cómo ha afectado la DANA a los sistemas de riego? Un colegiado y dos partners nos lo cuentan sobre el terreno

La DANA que azotó la Comunidad Valenciana en octubre dejó tras de sí un panorama devastador en muchas áreas de regadío y afectó tanto a infraestructuras hidráulicas como a campos de cultivo. Queremos conocer sobre el terreno los efectos del aluvión, y para ello, nada mejor que echar mano de los profesionales que están evaluando los daños y trabajando en la recuperación de las zonas afectadas. Y gracias a la red que hemos creado, no hemos de buscarlos lejos: contamos con los testimonios de Antonio Rel, ingeniero agrónomo y colegiado del COIAL, Juan José Bellod, delegado de Regaber en la zona de Levante, y Miguel Pous, socio director de Riegos Pous. Ambas son empresas partners del COIAL.

Las acequias del Tribunal de las Aguas, muy afectadas

Antonio Rel, ingeniero agrónomo del Tribunal de las Aguas, ha sido el encargado de valorar los daños en las infraestructuras de riego de las nueve comunidades de regantes de las acequias. Según explica, la DANA afectó gravemente la automatización de las compuertas, un proyecto en el que se viene trabajando desde hace años junto con Regaber: «El agua pasó por encima de las compuertas con una altura de al menos dos metros. Todo el sistema automatizado, que funciona con energía fotovoltaica, ha quedado inutilizado. Solo en la reposición de automatismos estamos hablando de un coste de entre 10.000 y 15.000 euros por compuerta, lo que representa cerca del 50% del coste total de cada una».

El Tribunal de las Aguas había conseguido modernizar el sistema de riego de seis comunidades, a falta de las otras tres. Sin embargo, tras la DANA, las pérdidas han obligado a rehacer el trabajo en cuatro de las comunidades ya automatizadas. Rel indica que la situación ha llevado a un retroceso: «Las comunidades de regantes han tenido que volver a la gestión manual, y los encargados vuelven a levantarse a las cuatro de la madrugada para abrir el agua, como hacían antes de la automatización».

La telemática, clave en la gestión de la emergencia

Juan José Bellod, delegado de Regaber, enfatiza la importancia de los sistemas telemáticos en la gestión de emergencias como esta. Las compuertas automatizadas evitaron daños mayores en poblaciones cercanas: «Las compuertas del canal Júcar-Turia funcionaron a la perfección. Se dio orden de cerrarlas para evitar que el agua fuera aguas abajo y llegara a la población. Se mantuvo en el canal hasta ser desalojada en el mar. Si no hubiéramos tenido este sistema, el desastre habría sido mucho peor, porque los operarios no hubieran tenido tiempo de llegar para accionar las compuertas. Ha sido una maravilla, porque millones de metros cúbicos hubieran ido a las poblaciones de Sedaví, Alfafar, Picanya…».

No todas las infraestructuras corrieron la misma suerte. Bellod detalla que el azud del Repartiment, en la toma del río Turia, quedó totalmente destrozado, y las compuertas de la Acequia del Oro en Pinedo sufrieron daños, aunque ya han sido rehabilitadas.

Tipología de los daños en los sistemas de riego

Miguel Pous, socio director de Riegos Pous, detalla que los daños en los sistemas de riego han sido muy variados, dependiendo del tipo de instalación y su ubicación. Explica que los sistemas enterrados han sufrido obstrucciones graves debido a la acumulación de lodo y restos vegetales: «Las tuberías de riego por goteo han quedado colapsadas en muchas parcelas. En algunas zonas, la presión del agua ha arrastrado los emisores y ha provocado desconexiones en las redes principales. Esto no es solo una cuestión de limpieza, sino de reconstrucción en muchos casos».

En cambio, en las instalaciones superficiales, como los sistemas de aspersión, los daños se han centrado en la pérdida de tuberías y goteros arrastrados por la corriente: «En los campos más expuestos al caudal del agua, los sistemas han sido literalmente barridos. Hemos encontrado tuberías a cientos de metros de su ubicación original, lo que complica enormemente la reposición».

Los daños en los sistemas de riego y en las explotaciones agrícolas de municipios como Ribarroja, Chiva, Godelleta y Picanya han sido cuantiosos. Según Bellod, en los terrenos de sus clientes «se han dañado entre dos y tres millones de metros lineales de riego por goteo, que dan servicio a una superficie aproximada de 120 hectáreas».

Los campos anegados: una recuperación incierta

Más allá de las infraestructuras, la DANA ha dejado en una situación crítica a los campos de cultivo. Antonio Rel explica que el fango acumulado es uno de los mayores problemas: «En zonas como la huerta de Favara, la diferencia entre campo y acequia ha desaparecido. Todo está cubierto de escombros y lodo. Si no se retira pronto, el fango se solidificará y será prácticamente imposible recuperar las parcelas».

Este ingeniero agrónomo alerta de que la recuperación de los campos es capital para evitar el abandono de tierras: «Muchos agricultores son mayores y el coste de limpiar y rehabilitar sus parcelas puede ser más alto que el valor de la propia tierra. Si no se actúa rápido, muchos decidirán no volver a cultivar».

Necesidad urgentes de ayudas

Antonio Rel ha elaborado varias memorias de valoración de daños de los sistemas de riego de las comunidades de regantes, que se han presentado para acogerse a las ayudas anunciadas por la Generalitat Valenciana, que pueden alcanzar los 100.000 euros.

Miguel Pous explica que además de la Generalitat Valenciana, “el Ministerio de Agricultura, a través de Tragsa, también se ha hecho cargo de diferentes daños económicos”.

Sin embargo, la incertidumbre sobre la aprobación y disponibilidad de estos fondos mantiene paralizadas muchas actuaciones. «Las comunidades de regantes están esperando la resolución de las ayudas. Algunas tienen recursos para avanzar, pero muchas no pueden afrontar costes de 100.000 o 200.000 euros sin garantías de subvención», señala Rel.

Los clientes de Riegos Pous afectados, que están en los municipios de Carlet, Tavernes y Llombai, empiezan a ponerse nerviosos porque el año avanza y las soluciones no llegan: “Necesitan empezar a regar ya, no pueden esperar mucho tiempo para empezar los riegos y los abonados, programados para dentro de pocas semanas”, agrega Pous.

 

Un año para recuperar la normalidad

Rel advierte que la recuperación será lenta: «Los guardas de las comunidades de regantes estiman que aún dentro de un año muchas zonas seguirán sin estar operativas». Mientras tanto, la incertidumbre y el riesgo de abandono de tierras siguen aumentando.

Desde el COIAL nos sentimos orgullosos del esfuerzo y la profesionalidad de nuestros colegiados y nuestros partners, que están trabajando para mitigar los daños y devolver la funcionalidad a los sistemas de riego. La modernización del regadío y el mantenimiento de nuestras infraestructuras son clave para evitar que fenómenos como la DANA supongan un golpe tan duro para la agricultura valenciana.