“El hidrógeno verde regulará el sistema energético porque puede aprovechar excedentes de renovables”
En el campo de la ciencia y la investigación conocemos ejemplos de materiales o energías que auguran grandes cambios pero no acaban de cuajar. Dos ejemplos: el grafeno, material hiperversátil del cual llevamos años escuchando sus múltiples propiedades pero que aún no se produce a gran escala; y el hidrógeno, que lleva 20 años como promesa de energía limpia y tampoco está disponible aún para el consumo masivo. Este segundo es el que nos interesa. Nuestro colegiado Luis Puchades, a través de su empresa Biovic, lleva años explorando el uso de energías renovables no convencionales. Hace poco nos habló sobre el incipiente sector del biogás en nuestro país. Después participó en el encuentro La revolución del hidrógeno verde: impacto y perspectivas de futuro, organizado por la UMH. Volvemos a contactar con él para que nos cuente en qué estado se encuentra la producción y uso de esta fuente de energía.
¿Cuándo dejará el hidrógeno verde de ser una promesa para convertirse en una realidad?
Ahora mismo, hay grandes expectativas con el hidrógeno verde. Una de las grandes ventajas de su uso es la descarbonización sistema gasista. Hemos de tener en cuenta que el consumo en España de gas es enorme, mayor incluso que el de electricidad. Necesitamos descarbonizarlo, y para ello las dos alternativas más sólidas son el biometano y el hidrógeno. En procesos térmicos industriales y para el transporte, se espera un consumo elevado. Va a poder ser regulador del sistema energético porque puede aprovechar excedentes de energía renovable: se puede producir hidrogeno que se inyectaría en la red de gas natural y la propia red actuará como sistema de almacenamiento para emplearlo cuando sea necesario. Confluyen dos necesidades: una regulación del sistema energético de renovables y la necesidad de descarbonización del sistema gasista.
¿En qué punto de desarrollo de esta energía se encuentra España?
En este momento hay bastantes proyectos en desarrollo y tramitación. Se espera un gran impulso a través de los fondos Next Generation de la UE. Va a haber fuertes inversiones de las energéticas para construir grandes plantas de hidrógeno, generado en su mayoría con energía de hidrolizadores. En Biobic estamos apostando por ello porque es tecnología madura. La mayor parte del hidrógeno a nivel mundial es por reformado de gas natural, pero nosotros estamos haciendo proyectos para reformado del biogas.
¿Hay muchos sistemas de producción de hidrógeno verde?
Los tres métodos más utilizados son la electrólisis de agua, el reformado de biogas y la gasificación de la biomasa. El que se espera que se imponga es el de los electrolizadores de agua, en el cual se emplea energía eléctrica para romper moléculas de agua en hidrogeno y oxigeno. A partir de la biomasa por gasificación se puede producir un syngas (gas de síntesis) rico en hidrógeno. Ya hay ciertos sitios donde se está produciendo hidrogeno pero es gris, elaborado a partir de fuentes no renovables. Ahora mismo hay plantas piloto produciendo hidrogeno verde, y en pocos años llegarán las grandes plantas.
¿Qué países lideran la producción de hidrógeno verde?
Históricamente, fuera de Europa, Japón y Estados Unidos. Y dentro, los más avanzados en el uso de esta energía son Alemania y Gran Bretaña. España tiene mucho camino por recorrer, pero nuestro potencial es enorme puesto que disponemos del recurso solar. Se espera que podamos ser grandes productores de hidrógeno a nivel europeo en el medio plazo.
¿Qué ventajas ofrece respecto a otras energías renovables?
Su gestionabilidad, porque lo puedes almacenar en la red de gas y utilizar cuando lo necesites. Un caso claro serían las aplicaciones industriales térmicas cuando no dispones de suficiente electricidad. Es ideal para grandes consumidores de energía, como los hornos cerámicos o las refinerías.
¿Hay algún sector que se pueda ver especialmente favorecido por esta tecnología?
Se cree que a medio plazo, el hidrogeno jugará un rol importante en el transporte pesado: barcos, trenes, camiones… Y tenemos que pensar que el vehículo eléctrico también podrá montar batería de hidrógeno. Sabemos que se va a poder hacer electricidad renovable muy barata, hay que ver si los materiales de las baterías a largo plazo son sostenibles. A corto y medio plazo, los coches serán de batería eléctrica, pero en una década se espera que el hidrógeno juegue un rol importante. Que prospere o no depende de decisiones muy políticas que decidan impulsar una tecnología u otra. Si somos competitivos para desarrollar el hidrógeno, se van a desarrollar los vehículos a pilas de hidrógeno.
¿Hasta qué punto es el hidrógeno verde una energía limpia?
La huella de carbono del hidrógeno a partir de biogás no solo es neutra sino negativa por el efecto de la captura del metano. La que produce la electrólisis, como máximo es neutra, aunque será esta la dominante por la facilidad para producir grandes cantidades mediante este sistema. Al fin y al cabo, con la electrólisis estás cambiando el formato de la energía: si tienes excedentes el hidrógeno es un intermediario energético, te ayuda a regular el sistema.