“Estamos siendo un pilar fundamental en la transición ecológica y energética dadas nuestras materias de conocimiento”
Luis González es un ingeniero agrónomo con más de 20 años de experiencia en el campo medioambiental y en desarrollo sostenible. Acumula experiencia en la dirección de equipos y es experto en el desarrollo de estrategias empresariales de sostenibilidad. Ejerce en como director de equipo de ingeniería y consultoría permanente de grandes clientes. Acredita un profundo conocimiento del entorno de la Inversión Socialmente Responsable (ISR) y es experto en Ecodiseño, Zero Waste Huella Hídrica y Huella de Carbono. Es formador y dispone de amplia experiencia investigadora. Desde hace 20 años se ha desarrollado profesionalmente en diferentes áreas de Acteco, una consultoría especializada en gestión, tratamiento y reciclado de residuos.
¿Cómo crees que percibe la sociedad a los ingenieros agrónomos?
Hay una percepción tradicional de los ingenieros agrónomos, como ingenieros del campo y de la agricultura, debida a los inicios de la profesión y puede que también a la palabra ‘agro’. Gracias al esfuerzo de muchos, dicha percepción cambió hace tiempo y ahora, en los sectores industriales, somos percibidos como profesionales versátiles capaces de asumir retos de producción o de innovación.
¿Cuáles crees que son las claves del éxito en nuestra profesión?
La clave siempre ha sido la polivalencia, el rigor técnico y el enfoque a los resultados, que aprendimos de estudiantes. Un ingeniero agrónomo puede asumir muchos de los roles que existen dentro de una organización: desde calidad a sostenibilidad pasando por producción, medio ambiente o I+D+i entre otros, pero siempre desde una sólida base técnica y buscando un óptimo resultado, sea el que sea. Nunca nos olvidamos de nuestros orígenes, pero ahora los unimos a los retos del sector alimentario o de la biotecnología.
Las amenazas para nuestra profesión son las mismas que puedan tener nuestros clientes o empleadores: la escasez de agua y de energía, que irán en aumento
¿Cómo se ha conseguido ganar la confianza de los ciudadanos?
Poco a poco, con el trabajo diario de muchos profesionales de la ingeniería agronómica, que han sabido aportar soluciones a sus compañías, desde la puesta en el mercado de los mejores nuevos productos de todas las gamas de alimentos hasta el desarrollo de procesos industriales o productivos. Tengo compañeros trabajando en muy diversos sectores, desde la energía y el medio ambiente hasta la comunicación, pero siempre han llevado consigo una forma responsable de hacer las cosas.
En temas ambientales, de neutralidad del carbono y de sostenibilidad en los que, buscando un símil, acabamos de cursar primaria, y el entorno nos está pidiendo un grado de maestro
¿Qué hemos aportado a la sociedad a lo largo de las últimas décadas?
Los ingenieros agrónomos hemos sido un pilar fundamental en el desarrollo de la producción primaria tecnificada. Hemos asumido en primera persona el reto de asegurar el cumplimiento de las normas de inocuidad alimentaria, inexistentes hace unas décadas, hemos liderado la innovación y desarrollo de nuevos productos que son apreciados por la sociedad, posibilitando además la adopción de muchos tipos de dieta, y por último estamos siendo un pilar fundamental en la transición ecológica y energética dadas nuestras materias de conocimiento.
Comenzaste hace 25 años a trabajar en temas de medio ambiente. ¿Cómo ha evolucionado la percepción que el tejido productivo tiene de estos temas?
Al principio, nos costaba mucho aportar soluciones, y el sector productivo prácticamente solo se movía por requisito de la administración en penúltima instancia. Todo eso ha ido cambiando y las pequeñas empresas se han ido haciendo grandes y han adoptado compromisos voluntarios en materia ambiental y de innovación. Actualmente están adaptándose a requisitos de sostenibilidad, de vertido cero o de ecodiseño a una velocidad sin precedentes.
Ahora, en los sectores industriales, somos percibidos como profesionales versátiles capaces de asumir retos de producción o de innovación
Empezaste a trabajar hace dos décadas en una empresa dedicada a proyectar plantas de reciclaje de plástico. ¿Cómo ha cambiado la tecnología que se aplica a estas instalaciones en este tiempo?
Empezamos con sistemas de reciclaje mecánico, que nos daban una solución novedosa hace 20 años, al poder separar y reciclar algunos materiales de elevado valor y reintroducirlos después dentro de la cadena de uso. Actualmente, en Acteco tenemos métodos de separación (visión artificial) y de reciclaje (reciclaje químico de alto rendimiento) con una eficiencia y una versatilidad que ni nos imaginábamos hace solo unos años.
¿Crees que los ingenieros agrónomos somos la profesión mejor preparada para trabajar en temas medioambientales?
Me parece significativo que nuestra escuela cambiase su denominación de ingenieros agrónomos a agronomía y medio natural. No sé si se es correcto decir que somos los mejores, pero puede que lo seamos. Los temas ambientales requieren conocimientos elevados en materias como química, biología, suelos y clima, energía o estadística, que son ramas de nuestro ámbito de estudio. Nos movemos bien dentro de los proyectos ambientales, como los estudios de impacto o las autorizaciones ambientales integradas.
¿Cuáles son las preocupaciones medioambientales de las empresas españolas? ¿Son mayores que hace unos años?
Las preocupaciones actuales han crecido y yo las percibo en tres líneas: adaptación de sus problemas y conocimientos ambientales dentro de la exigencia de clientes y de los objetivos de desarrollo sostenible y ecodiseño, uso de nuevos materiales dentro de los problemas de suministro, legales e impositivos –ya está en vigor el impuesto al plástico, por ejemplo– o uso de la energía y descarbonización.
Estamos siendo un pilar fundamental en la transición ecológica y energética dadas nuestras materias de conocimiento
¿Crees que toda la concienciación que están interiorizando los empresarios va a permitir combatir de manera tangible los efectos del cambio climático?
Este tema es mi pequeña obsesión, por lo que sigo activamente los reportes de datos conseguidos de cumplimiento de los ODS 7 y 13 (Energía y Acción por el clima) y creo que nos queda mucho por hacer. Creo que el sector industrial está dando pasos importantes con un gran esfuerzo, pero las cifras no indican que estemos controlando el cambio.
¿Qué amenazas acechan a la profesión?
Creo que nuestra profesión es una profesión de futuro con muchísimas oportunidades. Las amenazas son las mismas que puedan tener nuestros clientes o empleadores: la escasez de agua y de energía, que irán en aumento, supondrán una amenaza general, a la que debemos encontrar soluciones técnicas. No todo está inventado.
Tenemos métodos de separación (visión artificial) y de reciclaje (reciclaje químico de alto rendimiento) con una eficiencia y una versatilidad que ni nos imaginábamos hace solo unos años
¿A qué retos nos enfrentamos?
El principal reto está relacionado con el uso eficiente de los recursos. Tendremos que producir más con menos, lo que lleva a una situación interesante de desarrollo de campos como la reutilización y el uso eficiente de material primas, así como a la necesidad de encontrar nuevas fuentes de suministro. No hace falta que se acentúe el reto energético, ya que lo vemos diariamente en los informativos, pero desde nuestra profesión podemos aportar soluciones relacionadas con los biomateriales o bioenergías.
¿Cuáles son los sectores de futuro para los ingenieros agrónomos?
Se pueden resumir de las respuestas anteriores. Indicaría que la industria alimentaria seguirá demandando profesionales y por supuesto en temas ambientales, de neutralidad del carbono y de sostenibilidad. En estos temas, buscando un símil, la implantación va por primero de primaria cuando ya debería estar acabando la universidad.