10/01/2020

José Antonio Rico, presidente del CAECV: “El sector agrario está viviendo una reconversión silenciosa”

La agricultura ecológica sigue creciendo y año a año representa un mayor porcentaje del total. José Antonio Rico es agricultor ecológico y presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana. Hemos contactado con él para valorar los cambios que la Comisión Europea acaba de introducir en el reglamento que regula esta modalidad de producción.

La Comisión Europea ha modificado recientemente el reglamento sobre condiciones que ha de cumplir la agricultura ecológica. En líneas generales, ¿en qué consisten y qué persiguen estas modificaciones?

En su mayoría, las modificaciones están vinculadas a proteger los principios en los que se basa la agricultura ecológica, que es la capacidad de producción potenciando la materia orgánica, la diversidad de la flora y la fauna y el mantenimiento de especies tradicionales. El reglamento es algo joven; tiene poco más de 20 años y se va modificando porque la sociedad también avanza. Existen cada vez más demandas relacionadas con aspectos sociales, y algún día este reglamento, que siempre ha ido por detrás del consumidor de agricultura ecológica, hablará de temas sociales. El consumidor siempre ha marcado el ritmo y es el que se beneficia siempre. El agricultor está obligado a cumplir con unos requisitos cada vez más exigentes que no siempre se traducen en rentabilidad. Y el sector ha sido perezoso para los cambios.

¿Cuál es su valoración sobre estas modificaciones? ¿hay beneficiados y perjudicados?

Las veo bien. Todo lo que sea proteger los principios de la agricultura ecológica, el medio ambiente y la salud de las personas me parece un acierto. La agricultura ecológica tiene satisfechos a los dos extremos, al productor y al consumidor. Hay que tener en cuenta que vivimos un momento de reconversión. En el sector metalúrgico, en el minero… y en el agrario también vivimos una reconversión silenciosa. Al final quien asume esta reconversión es el agricultor, no la Administración, que entiende que la agricultura ya tiene muchas subvenciones. La agricultura ecológica ha ejercido un liderazgo y ha marcado línea con compromisos como el residuo cero. Cabría una mayor protección a la gestión que está haciendo el sector, que repercute en la protección al medio ambiente y al consumidor. El sector ha de ser profesional y conocer la realidad: ha de ser eficaz, rentable y garantizar aspectos sanitarios y medioambientales.

¿Se preven nuevos cambios?

En principio no, al menos que tengamos conocimiento, a corto plazo. Sí que es cierto que la restauración preocupa, el reglamento va dando pasitos pero considero que es algo muy vivo y puede ir mejorando. Creo que los próximos cambios pueden venir por el etiquetado o los insumos, que también forman parte del proceso. La restauración preocupa: el reglamento lo que ha tratado hasta hace bien poco es controlar la producción hasta el envasado, pero ahora se quiere controlar también puntos de venta de productos ecológicos y la oferta que hace la restauración. Más pronto que tarde llegará una certificación para la restauración que permita garantizar la trazabilidad hasta el final. El consumidor tiene derecho a saber si el tomate del restaurante está certificado y eso sí se puede garantizar mejor, entiendo que la certificación acabará llegando hasta ahí.

– ¿Hacia dónde avanza la agricultura ecológica?, ¿cuál es su visión del modelo productivo en 20 años?

Como he dicho, el sector agrario en general está viviendo una reconversión en silencio. La agricultura ecológica ha creído en una forma de trabajo concreta, y veo que paso a paso este modelo se va asentando en la sociedad y en el modelo productivo agrario. Va a ser la agricultura que alimente el futuro porque tiene capacidad, conocimientos y experiencia, y la sociedad está encaminada a la protección del medio ambiente. Tenemos que buscar mejores opciones para conseguir ese respeto, y por eso la agricultura ecológica ha de ser sostenible y sustentable. El consumidor va a marcar su velocidad de crecimiento y ha venido para quedarse, ya es una realidad. La Comunitat Valenciana factura el 25% del producto ecológico nacional. Eso es un porcentaje muy relevante.

Le van a leer todos los ingenieros agrónomos de la Comunitat Valenciana y les Illes Balears. ¿Qué le gustaría decirles?

Sois una pieza fundamental en este puzle. Tenemos que intentar adaptarnos a las nuevas necesidades sociales y medioambientales, y vuestro colegio tiene la llave, por vuestra capacidad para sustanciar esa adaptación y para liderar. Sois lo que necesitamos, es muy evidente, porque esto se ha de gestionar desde el conocimiento. Yo tengo la información, pero vosotros tenéis el conocimiento. Los grandes proyectos no se pueden hacer sin grandes profesionales. Los agricultores ecológicos estamos en lo micro, pero lo macro solo lo podéis hacer vosotros.