Partners30/06/2023

La sostenibilidad en la gestión de los purines, clave para la industria ganadera

Una de las principales acusaciones que se hace a la industria ganadera es la alta contaminación que generan sus desechos: los purines, que contienen altos niveles de emisiones de efecto invernadero y cargas altamente nitrogenadas. Y es cierto. Estos residuos requieren un tratamiento adecuado para cumplir la legislación vigente, que busca minimizar su impacto en el medio ambiente para evitar la contaminación del suelo y de los acuíferos. Incumplir esta normativa puede acarrear sanciones importantes. Además, los purines contienen ciertos nutrientes que pueden ser aprovechados como fertilizantes y abonos.

Para conocer los sistemas más avanzados de gestión de purines, hemos hablado con OxiFuch, empresa que recientemente se ha convertido en partner del COIAL, que acredita una amplia experiencia en este campo y ofrece servicios para un tratamiento adecuado de estos desechos. Sus responsables nos han descrito dos métodos de gestión de purines: la digestión aerobia y las bacterias facultativas en base cereal (biorremediación).

Método de digestión aerobia

La digestión aerobia se consigue mediante la inyección de microburbujas para transferir oxígeno al purín. El rozamiento del aire activa los microrganismos que contiene el purín, que ejecutan una función que aporta unos beneficios: disminución de la carga orgánica, del nitrógeno amoniacal, de los organismos patógenos y de los malos olores. Además, se mejoran las características fertilizantes del purín.

Para aplicar estas microburbujas se emplean, principalmente, dos métodos: el tendido lineal homogéneo, que consiste en un sistema de tuberías lastradas al fondo en las que se inyecta aire a presión, y el tendido en abanico, también con microburbujas, mediante cañón de oxigenación, dinamizador y sistema flotante, ambos sistemas regulado por tiempos. El control de los tiempos de inyección y de parada es fundamental para que los efectos sean positivos y no negativos. Los dos sistemas sirven para conseguir la nitrificación-desnitrificación. El sistema se basa en dar energía a través del rozamiento del oxígeno a los propios microorganismos que tiene el purín para que trabajen a nuestro favor.

Se puede aplicar tanto en las fosas ubicadas debajo de las rejillas de las naves como en las balsas de depósito, aunque lo aconsejable sería en la propia balsa. En ocasiones se observa que las explotaciones mantienen el purín durante tres o cuatro meses en las fosas antes de ser bombeado a las balsas, pero eso no debe ser así. Lo ideal es hacerlo cada quince días. Primero, por la salud del animal, pero como beneficio colateral, esta tecnología en las balsas permitirá que el purín esté en un estado mucho más líquido para que cuando haya que transportarlo sea más fácil. De esta manera se facilita el bombeo, ya que los purines no tienen tiempo de solidificarse.

Bacterias facultativas con base cereal

Estas bacterias se pueden aplicar tanto en las fosas de las naves como en las balsas. Son bacterias que se conservan inactivas, pero se activaran al contacto con el agua. Las bacterias son como un ejército que enviamos tanto a las fosas de las naves como a las balsas. Estas bacterias contribuyen a reducir las emisiones de amoníaco y degradan la materia orgánica, que posteriormente se convierte en un mejor fertilizante, puesto que recorta su capacidad para contaminar el suelo. La carga nitrogenada también será menor por efecto de estas bacterias. No se trata sólo de reducir el amoníaco, sino de evitar contaminantes en el subsuelo.

El tratamiento con bacterias facultativas con base cereal se puede complementar con el método de respiración aerobia para obtener los mejores resultados. Para ello, estas bacterias deberán de producir enzimas como la proteasa, celulasa y lipasa. Deberán de ser eficaces para romper las capas de la corteza y eliminar el material orgánico presente en el exceso de alimento, ropa de cama y productos de desecho animal. Deben de contener una enzima específica, la ureasa, que ayude a la descomposición de la urea para transformarla en amoniaco y dióxido de carbono. La ureasa catalizará la hidrólisis de la urea a dióxido de carbono y amoníaco, y contendrá enzimas libres para ayudar a iniciar el proceso de degradación, que producirá biosurfactantes.

Una vez tratado el purín con estas bacterias, contendrá bacterias beneficiosas que colonicen y ayuden a restaurar la actividad biológica natural en el suelo: convertirá el material vegetal muerto en humus y mejorar el intercambio natural de gases y el drenaje del suelo.

Las bacterias facultativas se producen en un centro de biotecnología, donde a partir de las cepas se les da la especificidad deseada. Son naturales, no están modificadas genéticamente y pertenecen al grupo 1 de clasificación de la Unión Europea.

El desarrollo de estas técnicas se hace en un laboratorio: se escogen muestras y se busca qué bacterias hacen mejor la función que estamos buscando. OxiFuch dispone de hasta 36 bacterias diferentes para tratar bases liquidas, no solo la específica para el tratamiento del purín: también hay otras para el alpechín, para rebajar las espumas en tratamiento de aguas residuales, para bajar las cargas de amonio en vertidos de industrias, para tratar EDARs , fangos y un largo etcétera.

Tratamiento de purines porcinos como método sostenible 

Aunque no hemos hablado de soluciones como tapar las balsas, hacerlo –existen diferentes tecnologías– estará acorde a la reducción de las emisiones de efecto invernadero, pero esta práctica traslada un problema al subsuelo por su alta contaminación por cargas nitrogenadas en el purín. Por eso, si se tapa el purín, hay que tratarlo.

Hacerlo mediante métodos sostenibles de reciclaje y aprovechamiento aporta ciertas ventajas tanto para la granja porcina como para la agricultura y la naturaleza: no solo se trata de cumplir con la legislación vigente, sino de reducir el impacto ambiental, minimizar los costes y mejorar la imagen corporativa de la empresa o de la granja.

Una solución biológica y natural podría ser la combinación de la aplicación de estas bacterias con base cereal facultativas en naves más la digestión aerobia de OxiFuch mediante microburbujas con sus tendidos lineales homogéneos o en cañón de abanico. De esta manera se puede convertir una explotación en una planta de tratamiento.