Partners11/04/2025

“Lo que hacemos ahora con los bioestimulantes me hubiera parecido ciencia ficción hace 20 años”

La empresa biotecnológica AlgaEnergy, partner del COIAL, está dando un salto disruptivo en la investigación y desarrollo de bioestimulantes a base de microalgas. El conocimiento molecular de las plantas, la trazabilidad desde una placa de Petri hasta el campo y una apuesta decidida por el nuevo marcado CE son los pilares de una estrategia que sitúa a esta compañía a la vanguardia de la innovación agronómica. 

“Cuando empecé a trabajar hace 20 años en bioestimulantes, lo que estamos haciendo hoy me hubiera parecido ciencia ficción”, confiesa Manuel Valenciano, Iberia regional director de AlgaEnergy. “Por aquel entonces nos centrábamos en la nutrición vegetal y en corregir carencias. Hoy buscamos entender profundamente los procesos fisiológicos de la planta, y los bioestimulantes que desarrollamos son el resultado de años de investigación científica aplicada”.

La clave de esta evolución está en un cambio de paradigma. “Antes sabíamos que nuestras formulaciones en base a microalgas provocaban efectos positivos en los cultivos. Ahora estamos logrando comprender por qué sucede. El reto consiste en identificar las rutas metabólicas que se activan tras la aplicación de nuestros productos”, explica Valenciano. 

Microalgas con nombre y apellido

AlgaEnergy trabaja con un activo biológico singular: las microalgas. “Son organismos unicelulares con un potencial extraordinario. Gracias a un acuerdo de colaboración con el Banco de Microalgas de la Universidad de Sevilla y el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBVF), que es un centro de referencia europeo, accedemos a una amplia colección de especies”, detalla. 

El proceso de investigación parte del aislamiento de un individuo de una colonia de microalgas concreta. “Seleccionamos una especie, aislamos un único individuo y lo escalamos industrialmente sin alterar su composición. De una simple placa de Petri pasamos a una biomasa con las mismas propiedades que el ejemplar original”, asegura. Esta trazabilidad garantiza la homogeneidad del producto final. 

Pero AlgaEnergy no se limita a trabajar con una sola especie. “Conocemos el comportamiento de cada una de las microalgas que utilizamos. En función del efecto que queremos provocar en la planta, combinamos distintas especies para obtener una formulación rica y eficaz”, añade. Al frente del equipo científico está Miguel García Guerrero, catedrático de la Universidad de Sevilla y ex vicepresidente del CSIC, con más de cinco décadas de experiencia investigadora en el ámbito de las microalgas. 

 Comprender la planta desde dentro 

Uno de los aspectos más innovadores del trabajo de AlgaEnergy es su enfoque genómico. “Nuestra diana son los genes de la planta. Hemos desarrollado un programa propio, Genergy, que nos permite identificar qué genes se sobreexpresan y cuáles se reprimen tras la aplicación de nuestros productos”, señala Valenciano. Este conocimiento ha permitido a la empresa demostrar mejoras significativas en eficiencia en el uso de nutrientes, resistencia al estrés salino e hídrico y calidad del fruto.

Los productos se aplican de forma foliar o radicular, según su composición y el efecto buscado. “La aplicación radicular provoca un efecto prebiótico en el suelo, activando enzimas en la microbiota. Por vía foliar, los efectos metabólicos comienzan a observarse apenas dos horas después, con activación génica inmediata”, apunta.

Este enfoque permite trabajar directamente con cultivos comerciales, y no solo con plantas modelo. “Hemos querido que nuestras investigaciones salten de la ciencia básica a la aplicada. Por ejemplo, el estudio que publicamos recientemente sobre sobreexpresión y represión génica está basado en tomate, no en arabidopsis thaliana”, puntualiza Valenciano.

Ensayos rigurosos con impacto real

La validación de los productos de AlgaEnergy se ejecuta mediante ensayos oficiales llevados a cabo por empresas independientes y autorizadas. “Es importante demostrar no solo que nuestros bioestimulantes mejoran la producción, sino que también mejoran la calidad”, afirma Valenciano.

En el caso del nuestro nuevo bioestimulante para el aceite de oliva virgen extra, que ha obtenido el marcado CE, los resultados han sido concluyentes. “Aplicando nuestros productos en base a microalgas, hemos logrado aumentar el contenido de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, lo que mejora la calidad nutricional del aceite y disminuye su capacidad de oxidación”, explica el Iberia regional director de AlgaEnergy. Este efecto ha sido replicado en tres ensayos distintos, lo que ha consolidado su fiabilidad. 

También se han obtenido mejoras en aspectos agronómicos clave como el calibre y la coloración del fruto en contextos de estrés abiótico. 

El nuevo marcado CE: una revolución normativa

La nueva legislación europea sobre productos fertilizantes introduce el marcado CE para bioestimulantes, que ya no se definen por su composición, sino por su funcionalidad. AlgaEnergy ha abrazado este cambio como una oportunidad para poner en valor su tecnología. “Hemos apostado decididamente por esta vía reglamentaria. Hoy no importa tanto qué lleva el producto, sino qué consigue. Esa es nuestra fortaleza”, asegura Valenciano.

Ya han conseguido cuatro certificados de marcado CE para sus productos, y están en proceso de ampliar su catálogo homologado. “Esta normativa permite comunicar de forma más transparente el efecto real del bioestimulante sobre la planta. Es un cambio que llevábamos tiempo esperando”, concluye.