San Isidro sigue cohesionando a los ingenieros agrónomos de la Comunitat Valenciana
San Isidro, patrón de los ingenieros agrónomos, sigue formando parte del imaginario colectivo de nuestra profesión. El primer contacto con el santo labrador llega en la carrera, cuando los estudiantes primerizos descubren que los veteranos sienten algo especial en esta celebración. Un descubrimiento que rápidamente se incorpora al ADN del recién llegado y ya no le abandona jamás.
Lo definió bien nuestro decano, Joaquim Aguilella, en su intervención en la fiesta del pasado viernes: “Cambiamos las paellas, los sombreros de paja y las polvorientas zapatillas de hace veinticinco años por los canapés, el traje o vestido y los zapatos lustrosos. Pero la esencia sigue siendo la misma: celebramos un rito de amistad y compañerismo”. Lo que sucede ese día lo describe, corto y al pie, José Manuel Carrillo, delegado del COIAL en Alicante: “Se genera un ambiente muy bueno entre compañeros de profesión: lo pasamos muy bien y brindamos”. Y lo refuerza nuestra delegada en Castellón, Ana María Pla: “Se empieza hablando de los compañeros que no han podido venir, poniéndote al día sobre nuevos proyectos, y se acaba preguntando por la familia”. Ya quisieran otras profesiones disponer de un icono como este, que genera tanto buen rollo y cercanía.
Cohesión corporativa
A pesar de que la intervención de Aguilella fue breve, —“voy a seguir la muy buena costumbre del decano anterior, Baldomero Segura, y no voy a hacer ningún discurso”—, dejó interesantes reflexiones: “Para la junta de gobierno, estos actos son la principal pieza de un pilar de nuestro colegio, que es la cohesión corporativa. Es primordial mantener encendida la llama del orgullo de ser ingenieros agrónomos y no perder nunca nuestra esencia”. Por eso, propuso “hacer siempre todo lo posible para crear comunidad”.
El decano también describió diferentes ‘beneficios colaterales’ de la celebración de San Isidro: “De esta cena han salido negocios, proyectos, amistades, empleos y algún que otro matrimonio”. Y tuvo un saludo especial para esos “grupos de compañeros que defienden nuestros colores en distintos sitios: el grupo musical Agrofighter, el equipo de golf y el de fútbol, al que por cierto, le faltan fichajes”.
Cenas simultáneas en las tres capitales
Si la delegación de Baleares se reunió por San Isidro el viernes anterior a la festividad, que este año caía en lunes, las de Alicante, Castellón y Valencia lo hicieron de manera simultánea el siguiente.
En Valencia, 350 colegiados acudieron a la cita, que se celebró, como es habitual, en los Jardines La Hacienda, en El Puig de Santa María. Llamaba la atención el enorme photocall, cuyo tamaño ha crecido en los últimos años en la misma proporción que lo ha hecho el número de partners del colegio. La alfombra roja hablaba de la importancia que se concede a esta celebración, que este año fue a cubierto, a diferencia de años anteriores. La fórmula de cenar de pie y no en mesas, que se utiliza desde hace años, permite conversar con un mayor número de compañeros.
En Alicante, la cita siempre tiene lugar en el Hotel Meliá, junto al puerto y a los pies del Benacantil, un lugar de la ciudad que dispone de instalaciones idóneas para acoger la cita. Acudieron medio centenar de colegiados, que pudieron disfrutar de unas horas entre compañeros y de un ambiente muy agradable.
Y en Castellón, la cena se celebró en el restaurante El Pairal, a la que acudieron 34 colegiados, superando con creces la cifra de años anteriores. “Además, la media de edad de los asistentes ha bajado, lo que habla de que el colegio es capaz de atraer a cada vez más profesionales en activo”, subraya Ana María Pla.
A continuación, los enlaces a los álbumes de las delegaciones de Valencia y Alicante:
Pincha en la imágenes para ver la galería
📸 Valencia
📸 Alicante